Dolor crónico
El dolor crónico, es decir, que ha persistido más allá del tiempo normal de curación, (3-6 meses de duración), representa un reto para el equipo médico ya que incluye más de una modalidad terapéutica (fármacos, fisioterapia, rehabilitación, bloqueos, etc).
Este tipo de dolor no tiene ningún propósito vital y no tiene un final reconocible. Generalmente se acompaña de depresión, enojo, ansiedad, miedo que interfiere con las actividades cotidianas de la vida diaria y afecta los roles sociales.
Puede ser causado por problemas de salud como artritis, cambios degenerativos en los huesos, daño a los nervios o como resultado de un problema específica que a menudo se ha curado, incluso puede aparecer tiempos después (meses o años) de alguna cirugía o accidente. A veces no es posible que los médicos señalen la causa del dolor y puede ser frustrante no tener un diagnóstico.
El dolor puede ser continuo o variar en su nivel de intensidad cada día, siendo insoportable o empeorar rápidamente, mientras que en otros momentos es más fácil de manejar.
Causas frecuentes:
- Neuropatía diabética
- Neuropatía postherpética
- Neuralgia del trigémino
- Migraña
- Lumbalgia (dolor espalda)
- Enfermedad articular degenerativa
- Artritis
- Ciática o hernia no quirúrgica
- Cáncer
- Dolor postquirúrgico
- Dolor post-infarto cerebra
Para medirlo y evaluarlo es necesario un cuestionario e historia clínica específica que incluye fármacos analgésicos y técnicas que ha utilizado para el control del dolor.
El tratamiento incluye la valoración por un especialista del dolor en coordinación con el grupo multidisciplinario abordando la enfermedad que lo origina.